martes, 21 de agosto de 2012

LA BARCELONA MODERNISTA



A finales del siglo XIX, durante la exposición Universal de 1888, Barcelona era una ciudad en efervescencia en la que la arquitectura vivía un momento notable.
La arquitectura se convirtió en aquellos años en un signo de estatus social de la próspera burguesía de la época.
Tener una casa modernista significaba figurar, estar al día en los círculos sociales.
Para colmar las espectativas y vanidades de sus clientes, los arquitectos utilizaron en su obra todo su repertorio de recursos.Ornamentos florales,riqueza escultórica, trabajo del hierro forjado, formas onduladas, vidrieras policromadas, detalles cerámicos etc.
A menudo las grandes ciudades pueden asociarse con edificios y monumentos que se convierten en emblemas universales.Este  sin embargo no es el caso de Barcelona.La personalidad arquitectonica de esta ciudad se caracteriza más por su paisaje urbano que por grandes singularidades.
Uno de los lugares que este paisaje urbano es más excepcional es el Eixample, una zona en la que durante los años anteriores y posteriores a 1900 se produjo un fenómeno arquitetónico extraordinario EL MODERNISMO, la particular versión local del ART NOUVEAU,corriente de gran explosión creadora que también dejó huella en la arquitectura de otras ciudades europeas como
Viena, Munich, Bruselas, Nancy, Glasgow o Berlin.
Barcelona tiene tantos edificios modernistas que es imposible citarlos a todos.
Pongo una pequeñísima muestra de ellos.

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